Prepárese para la persecución

¿Comprende usted lo que dice ese versículo? Pablo dijo que todos los que quieran vivir de manera piadosa, sufrirán persecución. No sólo los súper santos, no sólo los misioneros en tierras hostiles, sino todos.

Si usted decide vivir para Dios, enfrentará persecución en algún momento de su vida. El diablo se asegurará de eso. No le digo esto para asustarlo o deprimirlo, sino para que se prepare.

Cuando usted es sabio en cuanto a las estrategias del diablo, le resulta más difícil usarlas con éxito contra usted para confundirlo y desviarlo del camino.

En 2 Corintios 10:4, leemos: «Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas». Por tanto, esté siempre armado y preparado contra los ataques de Satanás, para que cuando vengan esos ataques no puedan detener su vida ni le hagan bajar la guardia.

Eso es especialmente importante ahora, porque estamos viviendo en los últimos días. El tiempo del diablo se acorta y él está desesperado. Él hará todo lo posible para frenar a la Iglesia. Pero Jesús dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

Recuerde que cuanto más crezcamos para ser como Jesús y cuanto más la gloria de Dios se revele en nuestra vida, más grande será la amenaza para el reino de Satanás. Jesús declaró: «Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas» (Lucas 6:23).

Por tanto, cuando la persecución venga (y no hay duda de que vendrá), alégrese y gócese. Acepte la solución de Jesús y comience a brincar, a saltar y a alabar a Dios. No hay posibilidad de que la persecución lo perjudique si hace eso. Yo lo he hecho y me ha dado resultado.