Apártese de la necedad
El mal perseguirá a los pecadores, mas los justos serán premiados con el bien.
Proverbios 13:21
Satanás nos ha mantenido con una mentalidad de pobreza por tanto tiempo que es difícil entender, cuán intensamente Dios desea prosperarnos, a pesar de que Él nos lo ha dicho muchas veces.
Por ejemplo, considere a Abraham. Dios lo hizo sumamente rico. En Génesis 13:2, se nos relata que era rico en ganado, en plata y en oro.
Luego menciona a Salomón. La Biblia nos relata que él sobrepasó a todos los reyes de la Tierra en riquezas y en sabiduría.
Job, el siervo de Dios, poseía tanta fortuna que se le consideraba el más respetado de todos los hombres del oriente. Eso fue antes de que Satanás lo hiciera sufrir. Después, Dios lo bendijo con más del doble de lo que Satanás le había quitado.
Ahora, el problema radica en que la mayoría de los creyentes de hoy día se asustan al pensar en la gran abundancia que Dios les dio a esos hombres. Se asustan porque creen que esa clase de riquezas podría destruir sus vidas.
En Proverbios 1:32 Dios dice: «la prosperidad de los necios los echará a perder».
Eso quiere decir que usted debe evitar convertirse en un necio, no evitar ser próspero.
Le animo a que durante esta semana lea el libro de Proverbios y descubra lo que Dios dice acerca de las características del hombre necio. Pídale al Espíritu Santo que examine su corazón. Si usted observa que se ha comportado como los necios en algunas cosas, arrepiéntase y tome la decisión de no volver a caer en esa trampa.
La Palabra de Dios le dará fortaleza y ánimo para apartarse de la necedad, y estimulará su fe para que pueda recibir lo que usted, como hijo redimido del Dios viviente, tiene derecho a recibir: no la maldición de la pobreza, sino ¡la bendición de la prosperidad!


