La nación de Dios
Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Lucas 18:27
Hoy en día estamos siendo testigos de situaciones en nuestro país que deben cambiar. Algunas de esas situaciones parecen imposibles de cambiar, pero en realidad no es así, porque nuestra nación le pertenece a Dios.
Pues Dios fue quien le dio origen a la nación de los Estados Unidos de América. Él tenía un propósito especial para este país, quería que fuera un lugar donde el evangelio pudiera ser predicado sin impedimentos, y sin reprensión.
Fue Dios quien puso en el corazón y la mente de Cristóbal Colón la inquietud y el deseo de salir a buscar una ruta nueva al occidente. Así lo expresó Cristóbal Colón en su diario: «El Señor puso en mi mente (pude sentir su mano sobre mí) que se podía navegar de aquí a las Indias. Todos los que supieron acerca de mi plan, se rieron, lo rechazaron e hicieron burla de mí. No tengo duda de que fue el Espíritu Santo quien me inspiró a hacerlo, pues me fortaleció con rayos de inspiración de las Sagradas Escrituras».
¿Quién trajo a Cristóbal Colón a América? Dios lo trajo. Este país, los Estados Unidos, es de Dios; Él lo levantó y nadie se lo va a quitar.
La próxima vez que empiece a creer que las cosas aquí parecen imposibles, recuerde a quien le pertenece este país, y entonces podrá descubrir América de la misma manera que Cristóbal Colón lo hizo: por fe.


