Una leyenda en su propia mente
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno
Romanos 12:3
¿Quiere saber uno de los secretos para permanecer en la voluntad de Dios y no apartarse de Sus caminos?
¡No tenga más alto concepto de sí!
En Proverbios 16:18, leemos: «Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu». ¿Cuántas veces no hemos visto eso cumplirse? ¿Cuántas veces no hemos visto a creyentes meterse en problemas porque se creen más de la cuenta? Empiezan a creer que son tan listos que lo tienen todo resuelto.
Y el próximo paso que dan es creer que deben poner a todos los demás en orden. En vez de dejar que Jesús sea la cabeza de la Iglesia, creen que deben intervenir y hacer Su trabajo.
Una vez que eso sucede, es cuestión de tiempo antes de que ellos fracasen por completo. ¿Por qué? Porque la Biblia declara que Dios resiste a los orgullosos (1 Pedro 5:5).
No se ponga en una posición donde Dios tenga que resistirle. Clasifique sobriamente sus habilidades. Adopte una actitud de humildad. Cuídese de sí mismo, y si se da cuenta de que se está creyendo mucho, arrepiéntase y recuerde que todo lo bueno que usted disfruta y cada parte del éxito que ha tenido, proviene de la gracia de Dios y de Su poder.
Traiga a la memoria las veces en que pudo haber perdido lo que Dios le había dado. Recuerde las muchas veces en que cometió toda clase de errores, pero la ternura y la misericordia de Dios le ayudaron.
No se convierta en una leyenda en su propia mente. En lugar de eso, humíllese bajo la poderosa mano de Dios, y deje que Dios haga la exaltación que previene las caídas dolorosas.
