Déle prioridad a la Palabra
[Lo principal es la sabiduría hábil y divina]” Recompensen y exalten la sabiduría, y ella les exaltará y promoverá; y les honrará cuando la hayan abrazado.
Proverbios 4:7-8; AMP
Quiero contarle el único secreto verdadero para obtener victoria en esta vida. Es fácil de realizar: Sólo déle prioridad a la Palabra de Dios en su vida diaria.
Quizá usted diga: “Bueno, yo he oído eso antes. No es ningún secreto”. Pero cuando comprenda lo que en realidad quiero decir, se convertirá en una revelación para su vida.
La Biblia no es tan sólo un libro de texto o de historia. Es un manual para vivir. Es la sabiduría del Dios omnipotente escrita para que usted pueda aplicarla en las situaciones que a diario enfrenta.
Dios afirma que la sabiduría “es lo principal”. La palabra principal significa: “Que la sabiduría es lo primero”. Eso quiere decir que la Palabra de Dios debe ocupar el lugar más importante en todas nuestras actividades. Sé por experiencia el impacto que eso puede tener en su vida.
Hace veinte años, decidí leer los Evangelios y el libro de los Hechos tres veces en 30 días. En ese tiempo parecía una tarea imposible. Con dos niños pequeños y mi casa de cabeza por nuestra reciente mudanza, no veía cómo podía pasar todo ese tiempo leyendo la Palabra y aús así lograr hacer lo demás. Pero me propuse dejar a un lado otras cosas y llevarlo a cabo. Me sorprendió mucho porque al final del primer día había logrado más de lo que hubiera hecho en circunstancias normales.
Sorprendentemente, al final de esos 30 días, no sólo había leído los evangelios y el libro de los Hechos tres veces, sino que había realizado todos los quehaceres domésticos, el cuidado de mis niños y además, había aplicado un nuevo acabado a varios muebles. Yo estaba asombrada.
Usted también se asombrará de lo que puede suceder en su vida si le da prioridad a la Palabra de Dios. Pero déjeme advertirle, no espere hasta que usted crea que tiene el tiempo para hacerlo, Satanás se encargará de que usted nunca lo tenga.
Haga lo que yo hice, y deje las otras cosas a un lado. Invierta su tiempo primero en la Palabra, y muy pronto podrá ver los resultados de esa inversión en todas las áreas de su vida.


