No olvide el gozo
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
Filipenses 4:4
Hace años, decidí que viviría conforme a la Palabra de Dios. Le dije a Dios que en cuanto a mí se refería, Su Palabra era la que mandaba, y la confesaría el resto de mi vida sin importar lo que costara. Ésa ha sido la decisión más importante que he tomado.
No mucho después de eso, decidí que independientemente de lo que pasara, ya fuera que lo sintiera o no, viviría en amor. Porque en la Biblia claramente se afirma que la fe obra por el amor, y no obra de ninguna otra manera.
Esas dos decisiones: andar por fe en la Palabra de Dios y andar en amor son las dos decisiones más importantes que yo he tomado en la vida.
Sin embargo, hace poco, Dios me indicó que había algo que estaba dejando fuera: la fortaleza del gozo. Me dijo que no tenía el derecho de andar por fe y en amor si estaba dejando que el gozo se adormeciera en mi espír itu. Es demasiado importante. Cuando Él me mostró esto, entendí de inmediato que el gozo es una parte esencial de la vida victoriosa. Sin el gozo, puedo vencer de vez en cuando, pero no podré vencer siempre. El triunfo se esfumaría rápidamente.
El gozo es lo que le da la fuerza (Nehemías 8:10) para estar firme cuando se presentan las tormentas y dificultades. El gozo le da la confianza de reírse en la cara del diablo cuando éste comienza a tratar de destruir su fe. El gozo le da la perseverancia que lo hará vencedor una y otra vez.
Así que tome la decisión ante Dios de que andará no sólo por fe y en amor, sino también en gozo. Regocíjese en el Señor siempre, y no habrá nada que el diablo pueda hacer o decir para robarle su victoria.


