No permita que el diablo lo engañe

Algunas personas encuentran difícil creer en las promesas de Dios porque han visto muchas cosas en el mundo natural que parecen contradecirlas. Han visto diezmadores fieles irse a la quiebra. Han visto cristianos enfermos que no han recibido sanidad.

En realidad, sería más exacto decir que piensan que han visto esas cosas. Porque, permítame comentarle, en el mundo hay un engañador muy activo. Un impostor que con diligencia ha realizado el mismo trabajo desde el huerto de Edén: engañando a la humanidad para que crea que la Palabra de Dios no es verdad.

Después de maquinar eso por miles de años, él lo ha perfeccionado. Piense en eso la próxima vez que él trate de hacerle ver las cosas como si la Palabra de Dios no fuera a obrar en su vida; cuando le haga ver que toda esperanza está perdida. Dígale: No me preocupan las apariencias. Yo creo en la Palabra y rechazo toda duda.

Permítame mostrarle lo que quiero decir. ¿Ha visto un espectáculo de magia donde alguien se mete dentro de una caja y luego lo parten por la mitad con una sierra? Usted puede verlo con sus propios ojos. Los pies de la persona salen por un lado de la caja y su cabeza se asoma por el otro, y la caja queda dividida en dos. Entonces el mago une las dos mitades y la persona aserrada salta fuera de la caja.

Ahora dígame, ¿de verdad creyó si quiera por un momento que a esa persona la cortaron por la mitad?

¡Claro que no! Usted sabía que había visto un truco, un engaño, algo que parecía de cierta manera cuando, en realidad, era de una forma completamente diferente. Quizá no sepa cómo se hizo. Tal vez no sea capaz de explicarlo. Pero usted sabe que a una persona no pueden cortarla por la mitad y luego volverla a unir.

De esa manera, debe pensar con respecto a la Palabra de Dios. Necesita aprender a confiar y a depender de ella, a tal punto que cuando Satanás le muestre algo en el mundo natural que parezca contradecirla, usted declare: “Bueno, yo vi eso, pero no voy a ser tan insensato para creerlo. Yo sólo creo la Palabra de Dios”.

Si usted hace eso, el padre de mentira nunca podrá engañarlo.