¡Aliméntese de la Palabra!
Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón.
Proverbios 4:20-21
Una vez que usted haya aceptado la Palabra de Dios como la máxima autoridad de su vida, lo primero que deberá hacer para lograr la victoria sobre el enemigo es ir a la Palabra y tomar las promesas de Dios en lo que respecta a su situación.
Note que dije: “ir a la Palabra”. Es muy bueno que la Palabra esté almacenada en su memoria, pero no deje que eso reemplace el tener la Pa labra dela nte de su s ojos diariamente.
Analícelo de la siguiente manera: Ninguna persona se ha alimentado del recuerdo del sabor de las papas, aunque lo recuerde perfectamente; lo mismo podemos decir de la Palabra de Dios. Es importante guardarla en la mente, pero también debemos abrirla y leerla directamente para alimentar el espíritu. Hay un gran poder cuando usted tiene la Palabra ante sus ojos y cuando entra en sus oídos, pues así es como llega a su corazón, y al llegar a su corazón usted puede vivir por ella.
Por tanto, no sólo piense en la Palabra en este día, sino léala. Busque las promesas relacionadas con su situación y aliméntese de ellas para que su vida sea fortalecida.
