No permita que sus oraciones sean estorbadas
Pero si [en realidad] andamos y vivimos en luz, como Él está en luz, tenemos [verdadera e inquebrantable] comunión unos con otros…
1 Juan 1:7; AMP
Uno de los aspectos de la vida que los creyentes hemos descuidado es el área de nuestras relaciones. No hemos hecho caso a lo que nos indica la Palabra de Dios en relación a ello. Hay tantas críticas y discordias entre nosotros que hemos llegado a ser un obstáculo, a los recursos y a las herramientas que Dios nos ha dado para que tengamos éxito en este mundo. ¡Así es! La contienda causa problemas en el reino espiritual.
Ésta le abre la puerta al diablo, impide que nuestras oraciones sean contestadas, y no permite que los ángeles obren a nuestro favor.
En 1 Pedro 3:7, el Apóstol instruye a los maridos a que sean comprensivos con sus esposas: “…con un reconocimiento inteligente de su relación matrimonial, honren a su esposa como [físicamente] la más débil, pero reconociendo que ambos son herederos de la gracia (favor inmerecido que Dios nos da) de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas ni interrumpidas” (AMP). Esposos y esposas, padres e hijos, compañeros de trabajo, miembros de las iglesias: es hora de que todos despertemos y nos percatemos del peligro que representa la contienda y empecemos a andar en amor.
Reflejemos la luz de la Palabra de Dios en nuestras relaciones. Es hora de reconocer y entender que somos parte los unos de los otros, que somos un solo cuerpo y un solo Espíritu y que debemos procurar mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:3-4).
Permita que el poder de Dios fluya en todas sus relaciones. ¡Aprenda a andar en luz!
