Transforme sus pérdidas
Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo
Romanos 5:15
Si usted está atravesando por una situación difícil y necesita que alguien le diga cómo cambiar las cosas, busque a Dios. Él es experto en la materia. Él ha sufrido las mayores pérdidas que alguien jamás haya sufrido.
Analícelo. Dios perdió a Lucifer, el ángel de mayor rango y el más ungido. También perdió como un tercio de todos los ángeles cuando Lucifer se rebeló. Luego perdió al hombre y a la mujer que había creado; y como les había dado dominio sobre la Tierra, también perdió ese dominio. Ésa fue una gran pérdida de bienes raíces.
No obstante, a pesar de todo ello, Dios no es un perdedor. Él es el mejor ganador de todos los tiempos. ¿Sabe por qué? Porque Él sabe cómo transformar las pérdidas; sabe cómo poner en práctica el principio de dar y recibir para transformar las pérdidas en ganancias.
«Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo...» (Lucas 6:38). Podemos aplicar este principio poderoso contra los malos tiempos.
¿No es esto asombroso? Dios tenía a la mano todas las opciones posibles para recuperar las cosas que había perdido. Contaba con toda la sabiduría y el poder a Su disposición. Sin embargo, de todas las opciones posibles, Él escogió el principio de dar.
Dios otorgó algo que no podía ser reemplazado: Su Hijo unigénito. Luego respaldó ese regalo con Su propia fe. Y cuando el principio de dar y recibir había cumplido su propósito, Dios Padre todopoderoso no sólo recibió a Su Hijo unigénito, sino también a millones de otros hijos con Él.
No se desespere por sus pérdidas, redímalas como Dios redimió las de Él. Dé, y ponga a funcionar a su favor el principio más poderoso del universo. ¡Dad y se os dará!
