Active el poder
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros
Efesios 3:20
Como creyente, usted tiene el poder del Espíritu Santo en su vida. Pero ese poder no actuará en usted si no lo activa.
El Espíritu Santo no le va a forzar a hacer las cosas. Él no va a llegar a apagar el televisor, sacarlo del sofá y decirle: “Ahora sí, vas a ponerme atención”.
No, el Espíritu Santo es un caballero. Él ha sido enviado para ayudarle a hacer la voluntad de Dios, para fortalecerle, para aconsejarle; pero no hará nada hasta que usted se lo pida.
Por esa razón, en la carta de Santiago leemos que si usted está en problemas o afligido, ore. La oración es la que hace que el poder dentro de usted actúe.
Considere que el Espíritu del Dios todopoderoso, el Espíritu que se movía sobre la faz de las aguas y que cumplió la Palabra de Dios en la Creación, es el mismo Espíritu que vive en usted, y está esperando que usted clame a Él.
Si Jesucristo entrara a su casa y se sentara a la mesa, usted dejaría todo para hablar con Él, ¿no es cierto? No le diría: “Mira Jesús, estoy muy contento de verte. ¡Ojalá tuviera suficiente energía para conversar contigo!, pero no vas a creer la clase de día que he tenido hoy. Todo me ha salido mal. Ahora estoy muy cansado y lo único que quiero es acostarme, y mirar la televisión. Tal vez podamos conversar un rato más tarde”.
Usted no haría tal cosa, ¿verdad? Si Jesús estuviera en su casa, donde pudiera verlo, usted se postraría y comenzaría a adorarlo. No le importaría lo cansado que estuviera o qué clase de día hubiera tenido, usted aprovecharía la oportunidad para tener comunión con Él.
El Espíritu Santo está en usted, esperándole a cualquier hora del día o de la noche. Él le expresa: Estoy aquí para ayudarte, fortalecerte y consolarte. ¡Quiero ayudarte a salir del problema que estás enfrentando!
Él quiere enseñarle algunas cosas que usted ha estado tratando de solucionar con sus propias fuerzas. Y lo está esperando para vencer todo obstáculo en su vida. Tómese el tiempo para orar. Ore en el Espíritu. Ore con entendimiento. Ore y active el poder que obra en usted.
