Conozca la Palabra
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón
Hebreos 4:12
Sólo la Palabra viva del Dios omnipotente es lo suficientemente poderosa para disciplinar su carne. Es la única que puede hacerle pensar, mirar, hablar y actuar como un creyente nacido de nuevo.
Cuando me convertí, el vicio horrible de fumar dominaba mi vida. Traté por todos los medios posibles de dejar el vicio, pero nunca pude. Después de varios meses de luchar y fracasar, decidí asistir a una campaña en la iglesia de Hilton Sutton en Houston, Texas. Antes de entrar a la iglesia, escondí los cigarrillos en la visera del auto.
En ese tiempo, aún no había aprendido mucho de la Palabra y tampoco había visto el poder de Dios en acción. Así que cuando comencé a oír a esos ministros predicar ungidos por el Espíritu Santo, esto llamó mi atención. Había sido cautivado por la Palabra viva. Mis deseos cambiaron, y lo único que deseaba era conocer más a Dios. Por primera vez en mi vida, las Escrituras cobraron vida.
Al concluir la campaña, cuando iba de regreso a mi casa, encontré los cigarrillos que había dejado en la visera del auto y me percaté de que no me habían hecho falta.
¿Qué había sucedido? La Palabra me había alejado del deseo de fumar y me había dado el poder para disciplinar la carne. Cuando vi a Cristo a través de la Palabra y bajo la unción del Dios todopoderoso, fui libre ¡no sólo del vicio de fumar, sino también del deseo de hacerlo!
Déjese cautivar por la Palabra viva y conozca el poder que puede hacerlo libre para siempre.
