Alabanza de victoria
Y habiendo consultado con el pueblo, nombró a algunos cantores para que adoraran y alabaran a Jehová, vestidos de ornamentos [sacerdotales] sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijeran: Glorifiquen a Jehová, porque Su misericordia y bondad es para siempre
2 Crónicas 20:21; AMP
La alabanza precede a la victoria.
La Biblia nos cita un claro ejemplo de esta verdad en 2 Crónicas 20. Allí la Biblia nos relata que una gran multitud de ejércitos marchaba en contra de Israel. El ejército de Israel era tan inferior en número que no sabía qué hacer. Entonces todos ayunaron y oraron hasta que recibieron una palabra de Dios: “No tengan miedo ni se acobarden cuando vean a esa gran multitud, porque la batalla no es de ustedes sino mía” (2 Crónicas 20:15; AMP).
¿Sabe qué hicieron ellos en respuesta a esa palabra? Organizaron un coro de alabanza. Sí, eso fue lo que hicieron. Pusieron a algunos a cantar y alabar a Jehová, y los enviaron ¡al frente del ejército! Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, en la Palabra nos enseña que: “El Señor hizo que aquellos hombres cayeran en sus propias emboscadas y se mataran entre ellos mismos ”.
Cuando todo terminó, ningún israelita había caído y ninguno de sus enemigos había escapado. Es más, cuando fueron a tomar el botín, encontraron tanto ganado, tantas mercancías, tantos vestidos y otras cosas de gran valor, que les tomó tres días para recogerlo todo.
¡Eso es obtener una gran victoria! Todo comenzó con la alabanza.
¿Desea usted disfrutar de ese tipo de victoria? Entonces, levántese y exprese: “¡Alabado sea Dios!”. Después de todo, usted se encuentra en la misma situación en que estaban los israelitas. Usted tiene un ejército que marcha en su contra, pero Jesús ya derrotó a sus enemigos. Pues ganó la batalla por usted el día que resucitó.
Sólo debe confiar en Él y comenzar a alabarle. Empiece hoy a proclamar esas alabanzas. Dígalas, cántelas y proclámelas en la cara de su enemigo. Una vez que las oiga, él sabrá que no tiene ninguna oportunidad de derrotarlo.
