Cambie el destino de sus hijos

Hoy en día, muchos padres cristianos desperdician su tiempo preocupándose por sus hijos.

Hace años, Gloria y yo nos dimos cuenta  de  que  el  diablo  estaba tratando de introducirse en la vida de  nuestros  hijos,  así  que  un  fin de semana  consultamos  nuestra concordancia y  cuatro  o  cinco versiones de la Biblia. En seguida, empezamos a buscar citas bíblicas y a escribir oraciones con respecto a ellos. Arremetimos contra el diablo con  la Palabra de Dios, y empezamos a  declarar:  Gracias Dios porque nuestros hijos no se irán al infierno. Alabado sea Dios porque ellos son enseñados  por  Jehová  y  grande es su paz. No caminábamos de un lado a otro preocupados por sus problemas, sino le dábamos gracias a Dios por la solución.

Las circunstancias no cambiaron en un instante. Tuvimos qu e atravesar por momentos difíciles; sin embargo, la Palabra comenzó a cambiar las circunstancias. Hoy en día, mis hijos le sirven al Señor con todo su corazón.

Si sus hijos están en problemas, no desperdicie su tiempo preocupándose. ¡Empiece a creer! Haga que la Palabra obre en la vida de ellos. Es más, ate al diablo con ella, y dígale que él no puede tener el control de sus vidas. Luego siga las instrucciones que se encuentran en Mateo 9:38: «Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros...», al camino de sus hijos, de modo que puedan alcanzarlos. Dios sabe a quién sí escucharán ellos, y además sabe cómo llevar a esta persona a la vida de sus hijos, en el tiempo justo.

Aférrese a las Escrituras, y no permita que la Palabra escrita con respecto a sus hijos, sea ahogada. Pues tarde o temprano, esa Palabra se aferrará a ellos.