Cruce el límite de la fe

En los años que llevo viviendo por la fe, he aprendido a hacer algo que me ayuda a recibir de Dios en las situaciones más difíciles, lo llamo: cruzar el límite de la fe.

Cruzar la línea de la fe es lo que usted necesita hacer, cuando desea que Dios realice lo “imposible” en su vida; y cuando quiere estar firme en la fe, pero titubea entre su situación y las promesas de Dios ―cree una cosa y después otra―.

Eso puede hacerle semejante al fiel Abraham. Él tuvo que lidiar con los mismos factores naturales que nosotros debemos enfrentar. Él sabía que no había forma natural de que la promesa de Dios se cumpliera.

Sin embargo, la Palabra dice que Abraham no consideró su cuerpo, sino que se limitó a creer la promesa de Dios. En otras palabras, él ignoró la evidencia natural y creyó solamente en la promesa de Dios.

En un momento dado, él cruzó la línea de la fe.

Tomó la decisión firme y final de confiar en la Palabra de Dios. Decidió dar un paso adelante y nunca más mirar atrás.

Si nosotros queremos que Dios haga lo imposible en nuestra vida, tendremos que seguir el ejemplo de Abraham. Pero, ¿cómo se cruza la línea de la fe?

Pues, empiece con la Palabra de Dios. Busque las promesas de Dios y crea en su corazón lo que Él ha dicho, y está diciendo, acerca de su situación. Medite en esas promesas hasta que la fe inunde su corazón. Luego, cruce la línea de la fe; trácela en su mente, en su corazón y en el piso donde se pone de rodillas para orar. Luego confiese: En la presencia de Dios y de todos los ángeles en este lugar, y en la cara del diablo, cruzo la línea de la fe. Desde este momento, considero resuelto este asunto y le doy a Dios la alabanza y la gloria. En el nombre de Jesús.

A par tir de ese instante , empiece a hablar como si ya hubiera recibido su milagro. Déle la espalda a los problemas y a las dudas y vuelva su vista hacia Jesús. Dios hará lo imposible en su vida si usted se atreve a cruzar la línea de la fe.