Deje que el mundo sepa
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos... para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste...
Juan 17:20, 22-23
A través de los años, la Iglesia ha inventado toda clase de métodos complicados para evangelizar al mundo. Nos reunimos, hacemos planes y actividades para recaudar fondos para ese fin. Pero en todos nuestros planes, rara vez mencionamos el método que Jesús nos dio. La mayoría de los creyentes no se da cuenta de que Jesús nos dio la clave para ganar al mundo. La noche antes de morir en la cruz, Él oró y pidió al Padre que nos guiara a la unidad entre nosotros y Él, para que el mundo supiera que Jesús había sido enviado por Dios.
Si usted y yo, y el resto del Cuerpo de Cristo, nos pusiéramos de acuerdo y empezáramos a amarnos los unos a los otros, evangelizaríamos al mundo de una manera tan rápida que quedaríamos desconcertados. ¡Así es! Sin embargo, no hemos considerado ese método porque hemos estado peleando e hiriéndonos unos a otros.
Pero, alabado sea Dios, algunos creyentes están empezando a darse cuenta de que es hora de dejar esas cosas. Tenemos que empezar a recibir las palabras de Jesús de amarnos unos a otros como un mandamiento, y no como una alternativa. Debemos terminar con esas tontas peleas, y unirnos en el Espíritu.
¿Quiere usted ayudar a la evangelización del mundo? Entonces, empiece a orar por la unidad entre los creyentes. Decida que comenzará a amar a sus hermanos creyentes, en lugar de criticarlos, quejarse y hablar mal de ellos
Empiece a confesar que la Iglesia de Dios se levantará unida en fe y en amor, como un Cuerpo glorioso guiado por el poder de Jesús. Ya lo somos, ¿lo sabía? Jesús oró por eso mismo, y el Espíritu Santo lo está llevando a cabo.
A Satanás le gustaría impedir que eso suceda; pero no puede, porque esa obra es mucho más poderosa que él —y ésta abrirá un agujero tan grande en las obras de Satanás, que hasta un tren podrá transitar por ahí—. Entonces todo el mundo se dará cuenta de que Jesús es el Señor.
