From Faith to Faith—Daily Devotional

No hable, ¡grite su victoria!
Kenneth Copeland
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Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová.

Salmos 113:3

Alabe a Dios. Alábelo por la mañana. Alábelo al mediodía. Alábelo por la noche. Si usted nunca ha alabado a Dios en su vida, entonces comience ahora mismo. Alábelo por la libertad que usted tiene. Alábelo por la sanidad y por el Calvario. Alábelo por el nombre de Jesús.

Cuando vaya hacia su trabajo o a su casa, usted debería ir dando gritos de alabanza. Si hay algo que el diablo no soporta es la alabanza.

Si le ha quitado territorio al diablo y él viene contra usted para recuperarlo, no es tiempo de quejarse ni de lamentarse de lo difícil que están las cosas, tampoco es hora de pensar que Dios se ha olvidado de usted.

Es hora de sumergirse en la Palabra y volver a aferrarse a las promesas de Dios. Es hora de tener presente esas promesas y guardarlas en su corazón. Es tiempo de hacer la oración de fe y estar firmemente apoyado en lo que Dios ya le ha concedido y es momento de seguir haciendo las cosas que usted sabe hacer.

Cuando Satanás empiece a sacudir su montaña, no empiece a buscar la salida ni a esconderse; háblele a la montaña con la autoridad que usted posee en el nombre de Jesucristo. Una vez que haya acabado con ese pequeño problema, empiece a gritar alabanzas y victoria.

Usted no debe temerle a Satanás; al contrario, ¡él debe temerle a usted!

Scripture Reading:

Salmos 50