From Faith to Faith—Daily Devotional

Usted tiene la llave
Kenneth Copeland
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Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

Mateo 16:19

El texto griego de este pasaje literalmente se leería: «Yo te doy las llaves del reino. Lo que declares cerrado en la Tierra se cerrará en el cielo, y lo que declares abierto en la Tierra se abrirá en los lugares celestiales».

El cielo del cua l Jesús estaba hablando no es el cielo donde Dios mora, sino de la zona de batalla: el cielo en donde operan las fuerzas de Satanás.

Jesús estaba diciendo que Dios nos ha dado poder para atar a los espíritus malos en los lugares celestiales, y para desatar a los poderosos ángeles de Dios, a fin de que obren a nuestro favor.

En Filipenses 2:9-10 se nos explica: «Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra». ¡Eso lo cubre todo!

Como creyentes, tenemos autoridad total sobre los poderes de Satanás. Podemos ejercer autoridad sobre los espíritus malos que están tratando de destruir esta nación. Podemos ejercer autoridad sobre ellos y destruir sus fortalezas en el nombre de Jesús.

Es vital que comprendamos lo importantes que somos en los asuntos de este mundo. Desde el día en que Jesús nos dio la Gran Comisión, la vida o la muerte del mundo ha estado en manos de la Iglesia. Somos los que tenemos el poderoso nombre de Jesús y la imponente fortaleza del evangelio para traer vida y abundancia a cada criatura. Nuestras oraciones pueden cambiar todo puesto de autoridad en este país.

Nos corresponde comenzar a interceder ahora mismo y  a  usar el poder que Dios nos ha dado. Podemos provenir de países diferentes y de diferentes culturas, pero todos tenemos algo en común: Jesucristo es nuestro Señor. Y eso es suficiente para alterar el aspecto espiritual de este mundo.

Scripture Reading:

Hechos 4:1-14