En este versículo, ésta es la clave para aferrarse a las bendiciones de Dios. Cuando se sienta bajo presión y abrumado por los problemas y las pruebas, acuérdese de Jesucristo resucitado.
Recuerde que cuando Jesús resucitó, usted también resucitó. Cuando Él salió del infierno y derrotó al enemigo, usted también salió del infierno y derrotó al enemigo. La victoria de Jesús es su victoria porque usted está en Él.
Tenga presente eso cuando enfrente situaciones difíciles. Acuérdese de eso cuando el diablo le diga que esta vez usted no recibirá la respuesta. Y cuando el diablo le diga que no hay manera de salir de su situación, acuérdese de Jesucristo, el Ungido, el Triunfador, el que resucitó de entre los muertos y se sentó a la diestra del Padre.
La escena que Satanás más odia, es la escena en la que Jesucristo resucita despoja para siempre a Satanás de su autoridad, y expone abiertamente ante todo el cielo y ante todo el infierno la derrota del enemigo. Ésa es la escena que usted necesita tener en mente. Piense en ella hasta que se le grabe profundamente en el corazón, para que nada de lo que Satanás diga o haga pueda arrebatársela.
Entonces los dones de Dios se confirmarán en su vida; y será cuando el diablo no podrá persuadirlo con pruebas y tribulaciones para que abandone su herencia. ¡Acuérdese de Jesucristo resucitado de entre los muertos!
Hebreos 12:1-13