From Faith to Faith—Daily Devotional

Nada que perder
Gloria Copeland
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Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado

Isaías 3:10-11

¿Se ha sentido temeroso de entregarse totalmente al Señor porque piensa que podría privarse de algún placer en esta vida? Hay muchas posibilidades de que así será. Eso se debe a que Satanás trabaja tiempo extra para convencerlo de que él puede hacer que su vida, en realidad tenga mérito. Pero no le crea ni por un instante. La verdad es que rendirse por completo al Señor no le hará perder nada que valga la pena tener. Sólo hará que usted viva su vida a plenitud.

La vida de Jesús sobre la Tierra, fue un ejemplo perfecto de una vida totalmente entregada. Él fue un ejemplo vivo de los beneficios que trae vivir en santidad. Adondequiera que iba, Jesús hizo a los sordos oír, a los ciegos ver, a los paralíticos caminar. Él vivió en perfecta paz y en absoluta victoria.

Todo eso me parece muy bien. Todo lo que Jesús se perdió fue que el diablo tuviera dominio sobre Él para matarle, robarle y destruirle. De hecho, el diablo no pudo hacerle nada hasta que, por la voluntad del Padre, Jesús dio Su vida. Hasta esa hora, Jesús anduvo en victoria total sobre el enemigo.

¿Cree usted que se perdería de mucho si viviera de esa manera? ¡Claro que no! Al igual que Jesús, usted puede andar en la misma unción, el mismo poder y la misma gloria de Dios.

¿Tiene que abandonar toda su vida para hacerlo? ¡Sí! Usted  necesita cambiar su vida por la vida de Dios. Debe cambiar su enfermedad por la sanidad, su pobreza por la prosperidad, su inquietud por la paz y su pecado por la justicia.

Por tanto, ¿por qué dudar? A fin de cuentas, francamente usted no tiene nada que perder.

Scripture Reading:

Salmo 37:7-23