From Faith to Faith—Daily Devotional

No endurezca su corazón
Kenneth Copeland
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Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él

2 Crónicas 16:9a

Los fariseos tenían una condición en el corazón que afligía a Jesús: sus corazones eran duros e insensibles. Si lee Marcos 3, se dará cuenta de qué estoy hablando.

Dios estaba allí, en medio de ellos. Y ¿quién mejor que ellos para saberlo? Conocían las Escrituras al derecho y al revés, y Jesús encajaba en todas las profecías mesiánicas allí escritas. Pero la insensibilidad de sus corazones no les permitió ver quién era Él.

Los corazones de los fariseos también estaban endurecidos a las necesidades de la gente.

Esa misma situación sucede todavía hoy. Sólo piense en lo que esos fariseos hacían. Ellos:

  1. Criticaban al ministro de Dios.
  2. Protegían sus tradiciones religiosas, en lugar de obedecer  la Palabra de Dios.
  3. Se Preocupaban más por su propio bienestar que el de sus semejantes.

¿Alguna vez ha conocido creyentes que encajen en esa descripción? ¡Seguramente sí! En realidad, todos hemos hecho esas cosas en algún momento de nuestra vida.

Algunos de nosotros hemos cometido los mismos errores que cometieron los fariseos. Hemos estado tan concentrados en hacer y decir todas las cosas “correctas” que hemos dejado que la ternura del amor de Dios, en nuestro interior, se enfríe. 

Sé que eso es cierto, porque si no lo fuera, estaríamos viendo grandes manifestaciones de Dios en nuestro medio. Estaríamos viendo el avivamiento en cada rincón.

Eso es lo que Dios anhela hacer. Él desea derramar Su Espíritu con poder sobrenatural por medio de Su Iglesia. Pero la dureza de corazón que hemos desarrollado es la que le está deteniendo.

Si desea un derramamiento del Espíritu Santo en su vida y la manifestación del poder de Dios en su iglesia, examine la condición de su corazón. Si encuentra allí cualquier dureza, arrepiéntase y pídale a Dios que lo cambie. Pídale que le dé la clase de corazón que le permita ver el poder de Dios a su favor.

Scripture Reading:

Marcos 3:1-6