Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
2 Corintios 4:3-4
Puesto que Dios no salva a ninguna persona contra su voluntad, ¿vale la pena orar por quienes conscientemente rehúsan recibir a Jesús como su Señor?
Sí. ¡Sí! ¡Sí, vale la pena!
Mire, a pesar del hecho de que la mayoría de los incrédulos que no han querido recibir a Jesús como su Señor piensan que lo han hecho por su libre albedrío, la verdad es que no es así. En la Palabra de Dios se nos enseña que han sido cegados por Satanás, quien les está bloqueando la percepción de la verdad. Por tanto, ellos en realidad no han tomado esa decisión con su propia voluntad.
Es importante que comprenda esto, pues mediante la oración intercesora usted puede interferir las fuerzas satánicas, y ayudarles a quitarse esas vendas. Con la oración puede también cambiar las circunstancias y ayudar a crear situaciones que atraerán a esas personas a conocer al Señor. Y cuando lo haga, estará ejerciendo sus derechos espirituales.
Una vez oré con un amigo que había estado orando por años por su hermano inconverso. Jesús afirmó en Mateo 12:29 que primero atáramos al hombre fuerte y luego entráramos a su casa y saqueáramos sus bienes. Así que declaramos: Tú, espíritu que ciegas los ojos de, deja del reino de Dios. ¡En el nombre de Jesús, deténte en este momento!
Jesús también declaró en Mateo 9:38:«Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies». Entonces, oramos así: Señor, envía alguien a la vida de con la Palabra de Dios. Tú sabes a quien sí escuchará. Pedimos a para el reino de Dios. de hacer lo que estás haciendo para mantenerlo fuera Confiamos en que lo veremos salvo y libre. En fe te alabamos.
Al poco tiempo, su hermano lo llamó y preguntó: «¿Qué has estado haciendo? Todas las personas conlas que me encuentro me han estado predicando».
Nuestras oraciones habían interferido las fuerzas que Satanás había estado usando para cegar a este hombre para que no conociera a Jesús, y habían creado una circunstancia para traerlo al reino. Efectivamente, unos días después, él había nacido de nuevo.
Haga esta misma oración por sus seres queridos, y cuando ore, crea que así será. Usted podrá ver los mismos resultados. No se cruce de brazos ni permita que el diablo se lleve a sus amigos y familiares sin resistirlo. ¡Ore! ¡Ore! ¡Ore! Arremeta contra el “dios de este mundo”. Quítele la venda de los ojos a sus seres queridos y ábrales los ojos al glorioso evangelio de Dios.
2 Corintios 4:1-7