El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él
Juan 14:21
Hay cierta dimensión de la vida que usted podrá experimentar sólo cuando tome la decisión de agradar al Padre en todos los aspectos de su vida. En esa dimensión, Cristo se manifestará de una manera más real para usted.
A comienzos del siglo XX, Dios derramó de Su Espíritu y comenzó un avivamiento en Azusa Street. Fue un tiempo maravilloso en el que muchas vidas fueron transformadas, y dejaron a un lado las cosas del mundo. Cosas sobrenaturales sucedieron. Dios se manifestó en presencia de todos.
Los que estaban involucrados en ese avivamiento, empezaron a ser conocidos en el mundo como personas “santas”. Se les llamó así porque era obvio que eran diferentes a los demás. Se apartaban de cualquier cosa que creían que no agradaba a Dios. Estaban tan cautivados con el poder de las cosas espirituales que no tenían interés por las cosas naturales.
Hoy en día, pocos creyentes saben lo que significa la santidad, y aún son menos los que entienden el derramamiento de Dios que cae sobre los que se atreven a seguir la santidad.
El término santidad significa: “Apartado para Dios”. Es lo que usted hace con su vida cada día; es ordenar su conducta de acuerdo con la Palabra de Dios y el consejo del Espíritu. La santidad es el hábito de estar en un mismo sentir con Dios, apartarse de los caminos del mundo y seguir los del Señor. La santidad no es resultado de la casualidad, sino de decidir. Así que decida hacerlo hoy.
Tome la decisión de amar a Dios con todo su corazón y de guardar Sus mandamientos. Él le mostrará Su amor y se manifestará a usted de una manera más poderosa. Él descenderá sobre usted como lo hizo sobre los creyentes de Azusa Street, entonces el avivamiento verdaderamente empezará en usted.
1 Tesalonicenses 4:1-8