From Faith to Faith—Daily Devotional

No se detenga en la puerta
Kenneth Copeland
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Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Hebreos 4:16

Cuando usted recibió a Jesús como el Señor de su vida, uno de los privilegios que obtuvo fue el derecho de acercarse al trono de Dios en cualquier momento. ¡Imagínese! Usted tiene el derecho de acercarse confiadamente a Dios y recibir lo que necesita.

Aunque eso es algo que la Biblia afirma claramente, la mayoría de personas actúa como si no lo creyera. No se acercan con confianza al trono de la gracia. En lugar de eso, dicen: “Yo nunca podría ir donde Dios está. Me quedaré aquí, gritaré y esperaré a que Él me oiga”. Yo solía hacer lo mismo.

Recuerdo que cierto día estaba en oración, rogando y suplicando. Estaba bombardeando las puertas del cielo rogando por un avivamiento. Después de haber pasado cierto tiempo suplicando, el Señor me expresó: ¿Qué estás haciendo?

—Estoy bombardeando las puertas del cielo con oración, pidiendo un avivamiento —le dije.

—Kenneth, ¿cuán grande es mi ciudad? —Me preguntó 

Hasta donde puedo determinar en la Biblia, hay 12,000 codos, o alrededor de 2413 kilómetros cuadrados y 2413 kilómetros de altura”.

Entonces, ¿por qué estás bombardeando las puertas? Si mi trono se encuentra en medio de la ciudad, eso quiere decir que estás a 1,200 kilómetros del trono. A propósito, las puertas no están cerradas. ¿Por qué no dejas de bombardearlas y simplemente entras?

Después de que me arrepentí de imitar oraciones tradicionales, recordé que la Palabra dice: «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono », y a partir de ese momento me he acercado confiadamente a Él.

¿Necesita recibir algo de Dios hoy? No pierda el tiempo afuera, alrededor de las puertas celestiales. Por medio de Jesús, su lugar está en la misma sala del trono de Dios. Así que, acérquese, la puerta está siempre abierta para usted.

Scripture Reading:

Hebreos 4:14-16; 5:1-9